La ciudad alemana está a cientos de kilómetros de la costa más cercana y sin embargo allí puedes hacer surf todos los días gracias al río Eisbach, que al cruzar la ciudad forma una ola que es la delicia de los surferos bávaros.
La ciudad alemana está a cientos de kilómetros de la costa más cercana y sin embargo allí puedes hacer surf todos los días gracias al río Eisbach, que al cruzar la ciudad forma una ola que es la delicia de los surferos bávaros.