En torno a una ola artificial siempre surgen aquellos que se oponen a ella. Argumentan diciendo que el surf no es solo la ola, sino el entorno, la naturaleza, la fuerza del océano, la vida de aves y seres del agua, el aprender a leer el mar y sentir la sal en los labios.
Sin embargo hay quienes no pueden vivir cerca de un spot y también ansían la adrenalina, la diversión y el empuje del agua en la tabla. Por lo que hay una respuesta simple, ¿y por qué no? Las olas artificiales jamás podrán competir con las reales, pero nos traen también muchos beneficios.
Imagina una ola totalmente predecible, rompiendo de la misma manera cada una de las veces, ¿no es acaso el mejor sitio para perfeccionar la técnica o practicar aéreos? Aunque los más puristas crean que esta artificialidad es negativa, en las listas de “Las 10 mejores olas del mundo” destacan aquellas que se caracterizan por su continuidad casi mecánica. Si tuvieses que practicar un backflip o cualquier truco desorbitado, ¿irías directo a la Bahía de Jeffreys o preferirías empezar por una ola artificial?
Además hay que tener en cuenta condiciones como; querer surfear pero no tener tiempo suficiente para conducir hasta la playa, un swell y viento que no ayudan nada, locales abarrotando el spot o incluso una familia que nos retiene en el interior. No hay problema porque un parque de olas puede mantenerte en forma y fresco hasta que puedas volver a la costa.
¿Y cómo funcionan estos generadores de olas?
Los primeros generadores de agua funcionaban bombeando toneladas de litros de agua en unas cámaras y luego forzándolas de vuelta por medio de aire comprimido, el sistema necesita entonces retener aún más agua y volver a bombearla. ¿Problemas? Este sistema requiere DEMASIADA energía además de tener una espera de 90 segundos entre ola y ola.
Diseños más modernos como el de WaveGarden funcionan arrastrando una especie de trineo con forma de ola por debajo del fondo de la piscina. Dos olas se forman a cada lado del muelle y crean una derecha al mismo tiempo. Al final del recorrido , el trineo rota 180º y crea dos olas más en la dirección opuesta.
Existen otros modelos aún más modernos como el de las compañías Webber Wave Pools y Kelly Slater Wave Company, aunque estos solo son embriones teóricos. WaveGarden cuenta con una piscina de muestras en nuestra tierra, en Bizkaia. Aunque la localización exacta no es del todo conocida ya que aún no está abierto al público, algunos pro surfers como Gabriel Medina y Dusty Payne han quedado realmente impresionados por este vivero de olas de calidad.
¿Son estos parques sostenibles?
Claramente generar olas requiere energía lo que a primera vista puede parecer un derroche dada la abundancia natural de olas. Sin embargo no hay que ignorar la huella de carbono que dejan los surfistas del consumo de combustible hasta la playa. Los Wave Gardens estarían en puntos más accesibles reduciendo en parte este consumo. Además la construcción en sí de estos jardines de las delicias de olas no conlleva más trabajo que el necesario para cavar en una laguna y el poco cemento que pueda usarse. En un tiempo razonable será factible pensar en parques de surf con emisiones de carbono neutras.
Importar la cultura del surf al interior
En contra de muchas opiniones que consideran que importar el surf tierra adentro diluye la esencia del surf misma, esta nueva perspectiva podría traer consigo muchos beneficios.
Las competiciones de surf estarían abiertas a muchos más participantes. Además de tener más admiradores y espectadores, puesto que las competiciones no estarían ceñidas únicamente a las condiciones del mar. Podríamos incluso pensar en el surf como deporte olímpico, como ocurre con los recorridos artificiales que se construyen para las competiciones de kayak slalom (véase la actividad que aún sigue en el Valle Lee de London aún después de los Juegos) ¿no podría el surf beneficiarse de esto en la misma forma?
¿Dónde y cuándo puedo probarlo?
En la actualidad, al menos que seas uno de los pocos privilegiados de ser invitado a la prueba de WaveGarden, tendrás que contentarte con los antiguos parques de sistema hidráulico. En España contamos también con la que se clasificó como la ola artificial más grande en el parque acuático Siam, en Tenerife ¡con una ola de hasta 3 metros!
Sin embargo no habrá que esperar mucho más para las nuevas escuelas en parques acuáticos, en especial los surfisats de Reino Unido (Conwy Valley en Gales y The WaveUK en Bristol prevén su apertura para Julio de 2015). Otros proyectos simialres se están llevando a cabo en Canadá, Suecia, Australia, Nueva Zelanda , Hawaii y Rusia.
La única pregunta que queda latente es; ¿Si llegase una ola artificial a tu ciudad, la probarías?