Una doctora de la Universidad de California quiso estudiar cómo suena el corazón de un surfista tamañero.
La doctora Terrie Williams ha estudiado la fisiología de numerosos animales, desde leones a ballenas hasta coyotes. Pero en su artículo “El Corazón Saludable: Lecciones de Atletas de Élite de la Naturaleza” quiso monitorizar la frecuencia cardíaca de un animal bien distinto; los surfistas de Mavericks. En concreto a la pareja de tamañeros Sarah y Mike Gerhardt.
Durante una sesión de tres horas en el spot de olas grandes más famoso de California, la pareja sobrepasó sus límites cardiacos en un 90%. Mike alcanzó las 180 pulsaciones por minuto que llegaron a 200 ppm cuando surfeaba una ola. Estas han sido las marcas más elevadas de mayor duración nunca antes registradas. Lo que demuestra el papel fundamental que tiene la adrenalina en estos resultados.
Que el pulso se acelera mientras surfeas olas grandes no es ninguna sorpresa. Pero que lo haga de manera tan elevada y durante tanto tiempo sí resulta interesante. Especialmente cuando hay que tomar en cuenta la importancia de mantener un ritmo cardiaco suave y lento para la apnea (los elefantes marinos pueden sumergirse hasta 25 minutos y reducir su pulso cardiaco a 4 ppm ). Así que la próxima vez que veas vídeos como el de Healey revolcado por dos olas seguidas en Mavericks y pienses “ yo también puedo sobrevivir a eso” no olvides tu tranquilo pulso de 70 ppm en la silla frente al ordenador.