Si tienes que estar de pie que al menos sea en un longboard, porque sin duda lo vas a disfrutar.
Los surfers del mediterráneo tienen aquí un paliativo al dolor de la escasez de olas con tamaño. Si la ola está pequeña, no worries. Si el break está atestado, tampoco hay problema; la prioridad en el longboard es la diversión.
Es cierto que el surf con una shortboard aporta una percepción distinta incluso podría decirse que más excitante, pero no deja de restarle emociones al longboard.
Aquí otra pareja de hermanos quiere demostrar el buen rollo que transmite el longboard y la simplicidad de que unas olas pequeñas combinadas con la tabla apropiada pueden darnos muy buen surf.