Reserva un vuelo. Haz la maleta. Un madrugón, al aeropuerto y vete; un surftrip cazando un swell y cumpliendo un sueño no deja tiempo para vacilar. Cuando Aritz Aranburu y Leonardo Fioravanti vieron un potente swell acercándose a Irlanda hace unas semanas, no perdieron el tiempo. Su decisión dio como resultado una locura de llamadas, planes, maletas y de vuelos de último minuto, viajes nocturnos, una noche de sueño de tres horas. Todo para, finalmente, algunas de las mejores olas de sus vidas. Sí, valió la pena.