Tubos, tubos y mas tubos. Dice la leyenda que el mar amanece siempre glassy en esta parte del pacífico, sin apena viento y manteniendose así todos los medios días del año, saliendo algunos también el offshore todo el día lo que la convierte en un rompebrazos y piernas para los “peregrinos” que hasta aquí llegan con un fin claro, hacerse los tubos de su vida sin poder parar de surfear bombas durante horas.