Patagonia es una marca de deportes de aventuras mundialmente conocida que comenzó a fabricar ropa en 1979. Y aunque su ropa esta orientada a soportar ciertas condiciones adversas, la marca es tan famosa que a todo el mundo le mola tener una camiseta Patagonia y tras la acción de su dueño, la verdad que es la marca que más mola del mundo.
Este pasado miércoles su fundador, Yvon Chouinard un aventurero que se convirtió en un gran multimillonario, ha transferido la empresa a un fideicomiso que tiene como condición utilizar todas las ganancias a la lucha contra el cambio climático. Chouinard, de 83 años, se convirtió en millonario de forma inesperada. “Yo nunca quise ser un hombre de negocios” comenta en su carta publica donde informo de su decisión y que os compartimos abajo.
“Nunca quise ser empresario. Empecé como artesano, fabricando material de escalada para mis amigos y para mí y de forma natural se convirtió en Patagonia. A medida que comenzamos a ser testigos del alcance del calentamiento global y la destrucción ecológica a la que estábamos contribuyendo, nos comprometimos a usar nuestra empresa para cambiar la forma de hacer negocios. Si podíamos actuar correctamente para ganar lo suficiente y pagar facturas, podíamos influir en los clientes y en otras empresas y, tal vez, cambiar el sistema por el camino.
Empezamos con nuestros productos, usando materiales que causaban menos impacto medioambiental. Regalábamos el 1% de las ventas cada año. Nos convertimos en una B Corp certificada y en 2018 cambiamos el propósito de la compañía: Estamos en este negocio para salvar el planeta.
Pero aunque estábamos haciendo todo lo posible para revertir la crisis ambiental, no era suficiente. Necesitábamos encontrar la manera de aportar más dinero a la lucha contra esta crisis mientras manteníamos los valores de la compañía intactos.
Una opción era vender Patagonia y donar todo el dinero, pero no nos garantizaba que el nuevo propietario fuera a preservar los valores y el equipo que forma la marca.
Otra era que la compañía pasara a ser pública. Menudo desastre hubiera sido. Incluso las compañías públicas con buenas intenciones sufren demasiada presión para tener beneficios a corto plazo a costa de la vitalidad y la responsabilidad a largo plazo.
Siendo sinceros, no había buenas opciones, así que creamos la nuestra.
En lugar de extraer valor de la naturaleza y transformarlo en riqueza, estamos utilizando la riqueza que crea Patagonia para protegerla. Con el funcionamiento explicado anteriormente.
Ha pasado medio siglo desde que comenzamos nuestro experimento de empresa responsable. Si tenemos alguna esperanza de contar con un planeta vivo y próspero dentro de 50 años, es necesario que todos hagamos todo lo que podamos con los recursos que tenemos. Y esta es otra manera que hemos encontrado de hacerlo por nuestra parte.
A pesar de su inmensidad, los recursos de la Tierra no son infinitos y está claro que hemos excedido sus límites. Pero también es resistente. Podemos salvar nuestro planeta si nos comprometemos con él.” -Yvon Chouinard
Chouinard nació en Canada pero que vivió en Estados Unidos empezó de forma muy humilde creando ropa artesanalmente y equipamiento técnico para sus amigos pero que acabo consiguiendo gran fama y se ha convertido en todo un referente. Y en parte siempre ha sido por su filosofía de negocios. Patagonia promueve desde sus comienzos valores totalmente contradictorios a un fuerte capitalismo. A diferencia del fast fashion, la marca tiene como lema utilizar sus prendas hasta que estas lleguen al final de su vida útil. Patagonia no abre en el Black Friday.
La familia de Chouinard, su esposa y sus dos hijos, han transferido la empresa y fortuna a: el Patagonia Purpose Trust y Holdfast Collective, que será propietaria del 98% de la marca de ropa. Estas fueron creadas para emplear los 100 millones de dólares que obtiene al añode ganancias para luchar contra el medio ambiente y proteger las reservas ecológicas en todo el mundo.