El autoestop puede ser peligroso. Si antes de subir puedes presentir o ver que dentro del coche hay navajas, arma de fuego, cuchillos, puños americanos o el conductor va enfundado en una chaqueta de cuero sin nada más, NO subas al coche. En otros casos, continúa leyendo.
Durante mi viaje de 8 meses por América del Sur , debía de hacer dedo para poder llegar a muchas playas y otros destinos. Durante este viaje y mi experiencia con el autoestop,fui parada por una familia de mormones, una modelo brasileña, un cura catalán y un expresidiario chileno. Surfeé casi todos los días y también me robaron parte del equipaje. Si quieres saber que aprendí de la experiencia , estas son las conclusiones que saqué:
1.Escondite
Si sois dos,siempre me funcionó que mi compañero se escondiese mientras yo hacía autoestop. Nos ayudaba a parar coches antes y a conseguir meter todo el equipaje cuando de primeras ni se inmutaban en mirarnos.
2.Procura no parecer desesperado
Aunque estés harto de estar en la carretera, el buen humor hace tiempo que te abandonó o estás muerto de hambre, intenta mantener la sonrisa. El conductor no quiere cargar también con ese mal rollo. Sonríe hermano, la vida son dos días.
3.Elige el spot adecuado.
Colócate en un sitio donde el conductor pueda para con seguridad y facilidad,con una buena visibilidad para que puedan verte y recogerte.Para ello,evita las autovías a favor de las carreteras nacionales.
4.Deja las tablas
Procura no viajar con las tablas si puedes. Se trata del doble de inconvenientes a la hora de recogerte. Para ello trata de usar tu encanto o labia para encontrar un lugar/establecimiento donde poder dejarlas. En muchos lugares me valía con el acento español imitando a Torrente. Si a mi me funcionó, seguro que a ti puede ocurrírsete algo incluso mejor.
5.Protocolo
Una vez dentro, los modales también entran en juego.Ofrece las gominolas que estés comiendo antes de tomar una tú mismo, aguántate los pedos, habla cuando consideres que te han dado la palabra o no hagas de dj al menos que el piloto te de permiso. Parece tarea sencilla, ¿cierto?
Se trata de procurar mantenerse seguro, aunque no suelen pasar cosas terribles, siempre hay que estar alerta y usar el sentido común. Con eso, está la mitad del camino hecho.
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