Nick Rozsa es padre soltero y pro surfer (con menos guión se han visto películas de los sábados por la tarde). De hecho la vida de Rozsa ha sido hasta la fecha poco convencional; confundió las drogas y los excesos por el estilo de vida de un pro surfer,cuando sus sponsors le dieron el toque de atención el estaba a la espera de convertirse en padre. Dejó el surf, comenzó a engordar, y terminó su relación con Dios.
La historia podría haber acabado aquí, pero su amigo y fotógrafo Chris Papaleo le pidió que posara para él. Nick, al principio un tanto lento y con kilos de más, comenzó a apurar la técnica y a brillar de nuevo. La segunda parte de su carrera acababa de comenzar.
Ahora podemos disfrutar de él con vídeos así donde todo esto no parece más que una leve bruma de un pasado casi irreal.