Esta película puede parecer otra típica película de surf más; chico tiene un sueño, alguien le apoya, triunfa. Pero la historia de Paul, un chico de 13 años quiere mostrar una realidad social más allá. En su pequeño poblado sudafricano Dunoon, llegar al océano es más complicado que pedir a mamá que te acerque en coche. Y de donde viene, el dinero que haya en casa no va a ir destinado a comprar una tabla o un traje nuevo cada año. Paul sin embargo tiene el gran sueño de convertirse en surfista. Una bonita historia con olas sudafricanas de fondo, que trae una buena dosis de inspiración y la certeza de que nada es imposible.