Según las mediciones de la Red de Boyas de Aguas Profundas de Puertos del Estado y de la boya costera en Barcelona, se han observado subidas de temperatura que oscilan entre los 0,5 y 2,5 grados centígrados. El mayor aumento se ha dado en el Mediterráneo, donde la boya de Tarragona registró una subida de 2,53ºC respecto a junio del año pasado, alcanzando un récord histórico al superar los 27 ºC, la temperatura más alta registrada en toda la península. En mar abierto dentro de las aguas españolas se registran aumentos de mas de 3ºC en el agua.
Durante este junio también se han registrado máximos históricos en la boya de Cabo Silleiro, en Galicia, con 19,9ºC y una subida de hasta 1,25ºC en 2017. En la de Bilbao, que alcanzado los 23,5ºC, el incremento ha sido de 1,21ºC, mientras la boya de Cabo de Gata registró temperaturas de 24,3ºC y una subida de 2,48ºC.
Para los bañistas y surfistas ajenos a las repercusiones de esta subida anormal y exagerada de las temperaturas marinas puede resultar agradable disfrutar de un agua “tropical” en las playas de la costa cantábrica y mediterránea, pero según expertos meteorólogos y ecólogos marinos, el agua en España aun se calentará mas durante el verano con temperaturas máximas en agosto/septiembre y las consecuencias son muy negativas.
Estos cambios, con orígenes probables en el calentamiento global del planeta, perjudican seriamente a muchas especies como algunas tortugas del Mediterráneo que se guían por la temperatura del mar, a los bosques de macroalgas del cantábrico, que prácticamente han desaparecido en 10 años, y lo peor de todo, favorecen la llegada masiva y proliferación de especies marinas invasivas que rompen el equilibrio de nuestros biosistemas. El mediterráneo ya sufre la invasión de entre 775 y 1.000 especies invasoras, según los estudios más recientes y el cantábrico comienza a ser “colonizado” por especies de peces típicos del sur. Las plagas de medusas, el descenso de las capturas de pesca, repercusiones en el clima… las consecuencias del calentamiento del mar son muchas. Cuidemos nuestros océanos!